Día 5.

He perdido la cuenta de los días, no he escrito antes por puro perrerío... pero tampoco hay mucha gente que lea esto.

El sábado estuve al lado de la persona que más he querido nunca, aunque eso no lo haya aceptado hasta ahora, que, puede, sea tarde.
Fue un día genial, tanto que las supuestas 12 horas que íbamos a pasar juntas acabaron convertidas en algo más de 28.

No daré detalles, esos quedan guardados en mi otro diario, pero, sobretodo, quedan sellados en nuestras mentes.

Lo que pasó ese día fue tan especial que no merece que el secreto se revele.

Tengo fiebre, estoy cansada y en la cama, así que buenas noches y hasta mañana si Samael quiere.

Sam.


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