Miles de Universos Infinitos a los que puedo transportarte con unas pocas palabras, unas letras que juntas crean un mundo irreal y mucho mejor que este que vivimos.
Yo quiero regalarte uno de esos mundos, aunque me gustaría poder regalártelo de otra forma, creo que esto ya es algo, pues sé que la otra forma queda muy lejos de poder ser real.

Puedo escribirte sobre vidas rebeldes, quizás Valerie, una niña de papá que prefirió prostituirse a aceptar los sobornos de un padre que jamás la comprendió; quizás prefieras la vida de Asha, una marroquí que utilizó la cara patera que la traería hasta la costa sur de una España que la mató; o Andrea, una mujer de cuarenta años que, harta de fingir orgasmos con un marido al que nunca amó, decide llamar a Sonia y confesarle que siempre ha estado enamorada de ella; ¿y Tania? la solitaria chica del quinto piso que vomita tras cada comida para así perder esos kilos de más y enamorar a Raúl, aunque él ya esté loco por ella.

Aunque de todas las que puedo escribir, yo, una simple aficionada a hacerte sonreír a través de mis palabras, prefiero la de Marta: Una adolescente madura para sus diecisiete años, con sed de huida, con demasiadas ganas de llegar a ese bohemio París o a un Londres gris que la reciba con los brazos abiertos y un cartel de FUTURO.
Una chica con una de las sonrisas más bonitas que existen, una enamorada de las artes y la belleza. Una de las personas que más huella han dejado en mi vida, y un lobo al que esta tonta caperucita le dedica estas palabras.


Dicen que encontrar una musa nunca es fácil,
maldita seas por aparecer.
(O gracias a mi ángel por enviarte)

Sam.

No hay comentarios:

Publicar un comentario