La brisa marina dejó atrás su perfume, su risa, su forma de quererme rápidamente con impulsos y locuras. Tras el cierre de las puertas se quedaron las promesas, la vida planeada, todo lo que dijimos que sería real.
Fue allí en aquella estación sombría con vistas al horizonte donde quedó, sin mi, su Alma latiendo, su corazón bombeando una sangre que nunca más correrá por mi.


Quizás sea estúpido pensar en esto, pero ¿y si nada hubiese cambiado? ¿y si aquella estación nunca no hubiese separado para siempre?




S.

PD: Porque no todo en esta vida es presente, debemos pensar en el pasado y soñar deseando el futuro.

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