Delirios de noctámbulos.

"Últimamente mi vida no tiene música..." dice él una noche cualquiera de un demasiado caluroso julio. Nos cuesta, a los dos, conciliar el sueño, será que las tonterías que batallan en nuestras mentes son superiores a nuestras mismas fuerzas. A pesar de ello, ahí seguimos, hablando, escuchándonos, tecleando como neuróticos obsesos para poder explicar todas las preocupaciones.
Las cosas han cambiado mucho en los muchos meses que han pasado; demasiadas tonterías de críos tontos.

Pero una cosa voy yo a decirte, querido mío, en nuestras vidas nunca, NUNCA, falta la música, porque por ella vivimos.
Y recuerda siempre que si en algún momento te falta una nota aquí estará esta enana pa' cantarte lo que haga falta.




Al Joker más grande que puede existir; G R A C I A S.


Sam.


¡yo que quería escribir algo guay y he acabado escribiendo un agradecimiento!

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