Lunes, 16 enero 2012

Los días y las horas pasaban lentas para Cristina, parecía que nunca iba a llegar el momento de reencontrarse con aquella que era su vida.
Tan sólo encontraba problemas, errores y fallos que le obstaculizaban conseguir su objetivo.

No estaba feliz con su cuerpo, con su mente ni tan sólo con el color de su pelo, pero debía ser fuerte, seguir adelante y callar.
No podía decir que no a nada, no podía negarse a aceptar algo que teóricamente no era nada. Sólo amistad. Pero, ¿qué clase de amistad puedes tener con alguien a quien meses antes has tenido en tu cama durante semanas?

Prometerse a alguien significa serle fiel hasta la muerte, pues es el paso anterior al matrimonio. Y, aunque Cristina sabía que ella era fiel, temía que la mujer de su vida prefiriese los pechos de una cualquiera.






Sam.

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